¿Qué debes y qué no debes comer durante tu embarazo?
La alimentación en el embarazo es de suma importancia, tanto para el bebé que se está desarrollando como para la madre para obtener las cantidades necesarias de energía.
Esta dieta debe ser sana, variada y equilibrada, pero en específico ¿Qué alimentos debes consumir cuando estás embarazada? ¿Y cuáles debes evitar a toda costa?
Es importante mencionar que las necesidades del feto y de la futura mamá varían en función del trimestre de embarazo. Por ejemplo, antes de la concepción y durante el primer trimestre la mamá deberá tener reservas suficientes de ácido fólico, para prevenir defectos en el desarrollo del embrión.
Además, los posibles trastornos que se presenten durante el periodo de gestación, como las náuseas y los vómitos, pueden hacer que la futura madre tenga menos apetito o no tolere determinados alimentos. Por otra parte, en el segundo y el tercer trimestre, la dieta de la embarazada puede variar en función de los resultados de los análisis. Así, si sufres un déficit de hierro o te han detectado diabetes gestacional, deberás adecuar tu dieta a las nuevas circunstancias, por ejemplo, con recetas para la diabetes gestacional. En cualquier caso, el ginecólogo te dará las pautas necesarias o, incluso, te darán una dieta a medida. Te recomendamos dejar a un lado, el mito de “comer por dos”, al contrario, adapta tu alimentación a las nuevas necesidades; para ello te compartimos los siguientes consejos:
1- FRUTAS Y VERDURAS
La mejor manera de asegurar una correcta presencia de vitaminas y minerales en tu organismo, es comiendo frutas y verduras. Lo ideal es comer unas siete porciones de estas al día.
2- AGUA Y ALIMENTOS FRESCOS
Durante los nueve meses de gestación, debes hidratarte adecuadamente. Para ello, procura ingerir suficiente cantidad de agua al día, y a diario tal y como recomendamos anteriormente consumir alimentos frescos y frutas y verduras con propiedades hidratantes.
3- NUTRIENTES ESENCIALES
Es necesario ingerir algunos nutrientes imprescindibles para un correcto desarrollo del bebé, ejemplo de ello no puede faltar el calcio, para un adecuado desarrollo óseo, el hierro, para la formación de los glóbulos rojos, el fólico para prevenir defectos congénitos, el yodo y el omega 3, para un mejor desarrollo cerebral y cognitivo.
Todos estos nutrientes pueden conseguirse a través de una adecuada alimentación, sin embargo, la ingesta de éstos no es la suficiente, por lo tanto, se recomiendan suplementos nutricionales para cubrir posibles carencias.
4- VARIEDADES INTEGRALES
Si puedes consumir pan, otros cereales y patatas, ya que estos alimentos deberían representar el 70% de tu dieta. Siempre que sea posible, escoge variedades integrales de estos productos contienen más fibra, vitaminas y minerales.
¿QUÉ NO DEBES DE CONSUMIR?
1- Debes evitar el tabaco, alcohol y limitar el café a 1- 2 tazas/día como máximo.
2- No se deben consumir alimentos crudos o poco cocinados. Las carnes crudas (carpaccios, steak tartar, embutidos no cocinados), así como las carnes poco “hechas” son susceptibles de infectar a personas que no tengan inmunidad frente a la toxoplasmosis, asimismo debe evitarse el consumo de pescado crudo, ahumado o en salazón, así como de crustáceos o moluscos crudos.
3- Tampoco se puede consumir quesos elaborados con leche cruda (sin pasteurizar). Se recomienda lavar adecuadamente frutas y verduras.
4- Reducir el consumo de dulces, refrescos, golosinas, y grasas trans. Si sientes un antojo, su consumo debe ser esporádico.
En general, pueden aplicarse al embarazo las mismas reglas de una dieta saludable y realizarlo en cualquier otro momento de tu vida. Lo aceptable que una madre debería aumentar su ingesta en tan solo 300 calorías al día para compensar su embarazo.
Recuerda siempre tener tu control prenatal realizado por un ginecólogo obstetra y el médico perinatólogo, estas especialidades las encuentras en PORSALUD.